La
Acrópolis – que significa “ciudad alta”- era un lugar sagrado
donde se encontraban los templos más importantes de la ciudad. En el año 480
a.C. los persas llegaron a saquear la Acrópolis que debió ser reconstruida. Pericles,
en el siglo V a.C. La convirtió en una impresionante obra de arte.
Se accede por los Propíleos, una puerta monumental. A la
derecha dejamos el templo de Atenea Nike, “Atenea victoriosa”. En frente nos
encontraremos el Partenón a la derecha y a la izquierda el Erecteion.
El Partenón esta dedicado a Atenea Parthenios, esto es,
“virgen” haciendo referencia a que esta diosa nunca se sometió al dominio de
otro dios o mortal. Las proporciones del templo están basadas en el número
aúreo y presentan un juego de efectos visuales para evitar incluso los defectos
de nuestra propia visión. Los frontones representaban el nacimiento de Atenea y
la lucha con Posidón por ver quién se convertía en el patrón de la ciudad. A lo
largo del friso se representa la procesión de las Panateneas, fiestas en las
que se le ofrecía un nuevo manto a la diosa. En el Erecteion, templo dedicado a varios dioses se destacan las cariátides, columnas con forma de mujer que cumplen así su castigo por haber colaborado su ciudad, Caria, con los persas en las Guerras Médicas.
No olvides visitar nuestra wiki para hacer un paseo virtual
al Partenón.
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